Publicaciones
Coordina: Silvia Polti
Integran: Pamela Cohen, Ana Luisa Perl y Mariel Ways
“Las huellas no son solo lo que queda cuando algo ha desaparecido, sino que también pueden ser las marcas de un proyecto, de algo que va a revelarse”
John Berger
Este año, dentro de nuestro trabajo en la sección comenzamos pensando acerca del nombre de la publicación de nuestra institución. Nombre que con este número lleva 18 años de historia. Es desde allí que nuestros intercambios se orientaron hacia una lectura posible que re-inventa el sesgo que puede dársele.
Tomamos como punto de partida la invitación a los diferentes espacios que se desarrollan en nuestra institución a acercar un recorte escrito, donde decante la singularidad de su recorrido durante este periodo de gestión.
Espacios que se inscriben y organizan en torno a las inquietudes, intereses e interrogantes de cada quien sobre el campo y avance de nuestra episteme como así también de la clínica. Desde el aporte de cada sección podemos decir que la Institución no es la suma de sus partes, sino que sostiene un funcionamiento singular de cada espacio.
Trazos es una publicación que va acompañando el registro de la vida institucional, historizando desde el nacimiento de Trieb; como un instrumento donde puede leerse, narrarse, poner a circular algo de la cocina y pinceladas de cada espacio que conforman una trama. Revelando aquellos indicios que dieron y dan cuenta de la política del psicoanálisis y de nuestra institución. Cada vez, cada número, cada año.
Entonces el trazos, hace trama.
Dentro del trabajo de la sección nos encontramos con estas palabras de John Berger que nos parecieron interesantes en el marco de nuestro intercambio acerca de esta publicación, en tanto muchos de los espacios hacen referencia y nombran francas marcas institucionales; en un camino que los antecede y orientan su porvenir. Sin descuidar en este nuevo número la contingencia de un tiempo inédito a nivel mundial como lo fue la pandemia que hemos vivido. Lo que ha devenido en un real aún con efectos a ser leídos; que interpela los modos de transmisión y actualiza interrogantes en torno a los lazos transferenciales de trabajo.
Es por ello que el material plasmado en esta edición nos hizo regresar sobre la aporía de Robinson Crusoe, donde Lacan nos orienta en cómo leer las huellas devenidas en marcas, a partir de la lectura de estas huellas que lejos de ser un depósito de historia se presentan como trazos institucionales, que en el movimiento de su lectura pasan a ser solidarias para, como pronuncia John Berger, algo pueda revelarse.
Huella que es el signo de un paso. Robinson creía que estaba solo en la isla, hasta que descubre una huella, el signo de que alguien pasó por allí. Intentar borrarla hace a la huella una marca del Otro. Así hace presente una relación estructural, donde no hay sujeto si no hay Otro.
Entonces…
¿Cómo pensar los pies de Robinson, caminando la institución?
Si advertimos que las huellas por sí mismas no significan nada, sino que ubican un tiempo perdido, justamente por esta condición es que precisan ser leídas para que se produzca una nueva escritura.
Quizá, John Berger a tono con Robinson, nos recuerda que las huellas no son solo lo que queda cuando algo ha desaparecido, sino que pueden ser condiciones de algo que va a revelarse en la vida institucional, al compás de las lecturas de sus trazas.